Si me caí, es porque estaba caminando.
Y caminar vale la pena, aunque te caigas”.
Eduardo Galeano.
Sigo caminando a mis destinos. Con sombrero y botella en mano, pues en Saltillo tomar el camión no siempre es opción.
Caminar se ha convertido en una de mis actividades favoritas, es un acto sencillo, y toda ciudad debería permitir a sus ciudadanos caminar de un lugar a otro de manera ininterrumpida y de forma segura en la calle.
Lamentablemente, el colapso de las rutas de transporte, las pequeñas banquetas o en algunos casos inexistentes, vecinos que se apoderan de las calles, coches mal estacionados y otros obstáculos impiden que la caminabilidad en las calles de Saltillo sea insana.
Hagamos un ejercicio, antes de continuar, piensa en la última vez que caminaste por las calles alrededor de tu casa, escuela o trabajo.
¿Esa zona en la que te mueves te permite realizar actividades cotidianas como: ir al súper, al banco sin tener que depender de un automóvil? ¿Puedes llegar a esos lugares a pie, de manera cómoda, práctica y segura?
Si al pensar en lo anterior, lo primero que viene a tu mente son banquetas rotas, coladeras destapadas, charcos, basura, puestos ambulantes, mobiliario obstruyendo el paso o autos invadiendo la banqueta; es muy probable que la zona en la que vives tenga una mala calificación en cuanto a caminabilidad.
Pero, a pesar de esto, miles de personas caminan por toda la ciudad para llegar a sus hogares o trabajo. Ante ello vale la pena preguntarse, ¿qué es la caminabilidad? ¿Por qué importa?, y ¿cómo volvemos las ciudades más caminables?
El concepto de caminabilidad, refiere a “la posibilidad de caminar de un lugar a otro de manera ininterrumpida, y el tener una percepción de seguridad y satisfacción cuando nos podemos mover y desplazar”, según menciona la Dra. Célida Gómez, coordinadora de la Maestría en Desarrollo Urbano de la IBERO Ciudad de México.
El ideal en la planificación urbana, debería priorizar que los entornos urbanos se diseñen poniendo en el centro el bienestar de las personas, buscando el equilibrio en la convivencia entre peatones, ciclistas, el transporte público y privado, pero no siempre es así.
Cuanto más caminable es una ciudad, más fuertes son los lazos que se generan en la comunidad, desde apoyar al pequeño comercio hasta conseguir que los niños reafirmen sus relaciones sociales llegando a la escuela a pie.
En este contexto, el principal reto en ciudades como Saltillo es eliminar los obstáculos físicos, desarrollar infraestructura peatonal segura, banquetas amplias y áreas verdes.
La ciudad habla. Y cuando la ciudad es inhóspita con el peatón, lo dice, si no con todas sus letras, si con todas sus señales: si a la mitad de la nada se corta la banqueta o desaparece, la ciudad parece decir: “Peatón cuidado, caminar aquí es peligros”.
Así que ya lo sabes, caminar podría mejorar tu vida y la de tu ciudad; camina a tus destinos. Comienza de una manera sencilla, anota los viajes que realizas en coche en la semana, elige uno que puedas hacer caminado. Tomate tu tiempo y disfruta del momento. Si te animas envíanos fotos y cuéntanos tu experiencia.
