Han pasado 477 días desde que se restringió el paso peatonal por la plaza de Armas de Saltillo. Provocando que las personas se pregunten: ¿por qué no puedo caminar por la Plaza de Saltillo?
Violando los artículos constitucionales 1,7, 9 y 11, donde se indica que toda persona puede transitar de manera libre por el espacio público, el cual es considerado el lugar donde se refuerzan las identidades locales por medio de encuentros, turismos, comercio y protestas.
Pero ¿por qué está cerrada?
Su cierre ocurrió el 14 de septiembre del 2021, tras el desalojo del plantón de la Coalición de Trabajadores de la Educación en Coahuila.
Su campamento estaba en esta plaza desde el pasado 4 de mayo de 2021.
135 días estuvieron ahí antes de ser desalojados. Al ser retirados por elementos de seguridad, un maestro, Gustavo García, fue detenido. Ese mismo día fue liberado.
Desde ese momento se colocó una cerca metálica por toda la plaza, incluyendo la Plaza Nueva Tlaxcala detrás del Palacio de Gobierno.
«Todo para prevenir accidentes durante los festejos del 15 de septiembre y que así permanecería, pues, se harían valoraciones para su remodelación»
según informó la autoridad en su momento.
El 28 de septiembre, la Plaza Tlaxcala tuvo que ser liberada gracias al Frente Feminista de Saltillo con una marcha con motivo del Día de Acción Global por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito.
Pero la Plaza de Armas seguía cerrada.
Activistas, artistas y grupos surgieron exigiendo la liberación del espacio argumentando que se violentan derechos constitucionales como el libre tránsito.
Ya que por aquí miles de personas pasan para llegar a sus trabajos, conocer la ciudad o simplemente reunirse con otros.
Y fue un 14 de diciembre del 2021 que las vallas que rodeaban toda la zona de la Plaza de Armas y dejaban sin acceso alguno por las calles de Hidalgo, Juárez, Ignacio Zaragoza o los portales ubicados a un costado, fueron retiradas, permitiendo el acceso libre hasta la parte de la fuente central.
En ese entonces medios locales afirmaron que se desconocía si las vallas blancas que aún permanecían entorpeciendo el paso peatonal estarían sólo provisionalmente.
La realidad es que han pasado 477 días, desde que el paso libre del peatón ha sido restringido en uno de los lugares más emblemáticos y turísticos de la ciudad. Las vallas siguen ahí, entorpecen el espacio, afean la imagen pública y dominan el espacio público.
Saltillenses, turistas y quien pase se pregunta: ¿por qué no puedo caminar por la plaza?