Puentes “peatonales” y otros mitos que nos han vendido

Todos alguna vez hemos leído (o hecho) comentarios sobre los “tontos peatones que no usan los mugrosos puentes”, entonces ¿de qué trata la campaña contra los puentes peatonales? ¿Qué no son infraestructura peatonal útil?

Pásale, aquí resolvemos todas tus dudas.

@ruedasrebeldes 🚶✨ Hoy, es #DíaDelPeatón y Diana salió a las calles para evidencia como los puentes, mal llamados "peatonales", limitan y complican la #Movilidad de miles de personas en la región sureste de Coahuila. #DíaDelPeatón #PeriodismoEnBicicleta #bici #Peatonal #PuentesPeatonales ♬ Electric Feel – MGMT

Desde hace varios años se han iniciado campañas contra los puentes peatonales en México y en otras ciudades del mundo; colectivos peatonales, ciclistas y de movilidad universal han creado estrategias que buscan eliminar los puentes peatonales para remplazarlos por cruces seguros a nivel de calle. ¿Pero por qué o qué?

Estas campañas nacen para promocionar, proteger y priorizar la movilidad peatonal por encima de los todos los demás medios de transporte; toman la pirámide invertida de la movilidad como referente y renombran a los puentes “peatonales” como puentes anti-peatonales por ser infraestructura que privilegia a los automóviles y al transporte motorizado, complicando los recorridos peatonales y creando focos de peligro para las y los peatones. Se ha tomado a los puentes anti-peatonales[1] como pieza clave que resuelve la movilidad peatonal e incluso hasta la fecha, en Saltillo se siguen inaugurando puentes anti-peatonales que dicen satisfacer una necesidad peatonal. Veamos todas las externalidades negativas que trae consigo el instalar puentes anti-peatonales:


1. Distancias

Las y los peatones que caminamos por la ciudad siempre buscamos la manera más eficiente de llegar del punto A a B. Esto puede ser a través de un camino del deseo peatonal o simplemente cruzando en línea recta el arroyo vehicular. Los puentes peatonales multiplican recorridos lineales hasta 4 o 5 veces dependiendo del ancho de la vialidad sobre la que están instalados y obligan a que las y los peatones aumenten su recorrido. Échale un ojito a estos análisis:

2. Velocidad

Los puentes anti-peatonales suelen ser instalados bajo el argumento de que la vialidad tiene velocidades muy altas que son peligrosas para los peatones y “es más seguro y mejor que usen el puente anti-peatonal”, pero instalar este tipo de infraestructuras le da más poder y carta abierta a los vehículos para ir todavía más rápido sin motivos para que se mantengan alerta o disminuyan su velocidad.

Instalar puentes anti-peatonales ayuda a la creación de carreteras urbanas; zonas en las que las banquetas son inexistentes y las velocidades pueden alcanzar desde 60 a 90 km/h y los recorridos peatonales son relegados a estos puentes.

3. Accesibilidad

¿Apoco no les ha tocado subirse a un puente anti-peatonal que parece que tiene rampa que más bien podría ser resbaladero? Cuando colocan este tipo de infraestructura y ponen rampas en los accesos lo único que hacen es ponerle una palomita al concepto abstracto que se tiene sobre la accesibilidad, pero estos puentes no solo aumentan considerablemente la distancia recorrida, sino que las rampas dificultan todavía más el acceso para personas en sillas de ruedas o con discapacidades físicas temporales (como una pierna rota o un tobillo lastimado) o permanentes.

4. Seguridad

Los puentes anti-peatonales son espacios donde la gente se puede sentir vulnerable y atrapada y es susceptible a violencia callejera y acoso; los puentes anti-peatonales crean puntos ciegos, poco iluminados, que no tienen ningún tipo de vigilancia periférica ni presencia de otros peatones o lugares a los que podrías recurrir en caso de alguna emergencia.

5. Costos

Y por si fuera poco… a través de estudios hechos por la Liga Peatonal, se ha encontrado que los puentes anti-peatonales pueden llegar a costar hasta cinco veces más que un cruce seguro a nivel de calle que priorice la movilidad peatonal y que cree calles caminables y de bajas velocidades. Puedes leer todo acerca sobre la campaña #AdiosPuentesAntiPeatonales aquí.


Cuando hablamos de movilidad peatonal es importante entender que los puentes anti-peatonales son infraestructura que existe para facilitar el flujo vehicular y las altas velocidades, no para resolver necesidades peatonales.

Seguir apostando por puentes anti-peatonales es seguir apostando al congestionamiento vial y a ciudades mortales en las que no podemos ni salir a la calle sin miedo a ser atropellados.

[1] Así le llamaremos a este tipo de infraestructura de ahora en adelante.

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